Caminar con Jesús. en Camerún Nº 1

 

                                                                                                          1 noviembre 2009

Día de todos los santos. Esta noche volviendo a casa después de haber celebrado la Eucaristía en nuestra parroquia, un joven que me acompañaba me ha preguntado: "¿y cuánto tiempo has estado en el Chad?". Le he respondido: "doce años". "Ah, ça doit être un grand détachement", ha comentado. Sin saberlo, ha dado en el clavo. Es así. En estos diez primeros días que estoy en Camerún, en Bafoussan, me está costando más de lo que yo hubiese imaginado. A menudo, sin pretenderlo, mi pensamiento va hacia el Chad. Rostros, imágenes, conversaciones… me vienen espontáneamente. Cambiar, empezar de nuevo en otra realidad.

Nuestras constituciones javerianas dicen que este momento se vive como un acontecimiento pascual, en el sentido que se muere a algo conocido para abrirse             -resucitar- a una realidad nueva. Y ahí estoy.

En medio de todo este proceso, la oración que hago me da paz y serenidad, aunque en mi interior sigue habiendo un pequeño nudo. "Si tú, Señor, me has conducido hasta aquí, sabrás porqué". Mi actitud es la de confiar en el Señor Jesús, e ir haciendo camino, paso a paso, sino con prisa, sí al menos de una manera constante

"En Ti confío, Señor Jesús".

Un abrazo. Fernando García Rodríguez