Caminar con Jesús. en el Chad Nº 34

                                                                                                          10 Octubre 2009

Esta semana la he pasado en Bongor, donde hemos estado las cuatros comunidades javerianas haciendo la programación del nuevo curso. En total 14 javerianos de cinco países diferentes y de cuatro continentes.,

Al inicio del curso nos reunimos unos días para verificar el trabajo que estamos realizando, programar el nuevo curso, y estudiar-reflexionar algunos puntos importantes para nuestra vida religioso-misionera.

Han sido unos días bonitos, también en el plano de la relación interpersonal. Algunos no nos veíamos desde hace meses y meses.

En la reflexión, en el compartir sale a relucir el estado de ánimo de cada uno de nosotros. En estos días he percibido en algunos compañeros el cansancio, una cierta monotonía, cayendo en el pesimismo, carencia de propuestas positivas.

Todo ello me ha llevado a la reflexión de nuestra propia identidad. Si, por una parte, es humano en ciertas ocasiones el sentirse cansado, el ver el medio vaso más bien vacío que lleno, por otra parte, me parece que nuestra experiencia de Dios nos renueva continuamente, y cuando hay signos negativos debemos de poner la alarma. Lo negativo engendra negativo, y un estado personal de pesimismo crea a su alrededor un sentimiento de vacío y quizás de sin sentido.

Al mismo tiempo, me doy cuenta de como la experiencia comunitaria es importante para nuestra vida misionera. Nos ayuda a equilibrar ciertas visiones, a buscar juntos, a ver la riqueza de las diferentes sensibilidades… La presencia de un compañero camerunés, mejicano, bengalí, italiano es un verdadero don que el Señor nos hace. ¡Dichosos nosotros si sabemos aprovechar esta gran riqueza para ir creciendo en fraternidad!

Un abrazo. Fernando García Rodríguez