martes, 24 de junio de 2008

Las lluvias han llegado

Caminar con Jesús… en el Chad        20

 

                                                                                                                                                                                                        24 Junio 2008

 

Querido@s amigos: mucho tiempo ha pasado desde la última comunicación. Me digo a mi mismo que el tiempo se me escapa de las manos, parece como si volase. Desde final de Abril hasta hoy, natividad de San Juan Bautista, ha sido un ir y venir, andar y andar, a veces corriendo. Relato lo más importante:

A inicios de Mayo, nuestro gran compañero Rolando nos dejaba después de siete años de presencia en nuestra comunidad de Gounou-Gaya. Muchos momentos vividos juntos, muchas experiencias compartidas, búsquedas de caminos nuevos que respondiesen a lo que veíamos como desafíos a nuestra presencia misionera aquí… Volvió a Méjico para ver a su familia, hacer el mes ignaciano de Ejercicios Espirituales, y en Septiembre, caminará hacia España, donde la Facultad de Teología de Comillas, en Madrid, lo acogerá para hacer durante dos años la licencia en Teología Espiritual.

A mediados del mes, vuelo hacia Douala, donde participé en el consejo de nuestra comunidad regional. La semana siguiente, en Pala, en reuniones de carácter diocesano.

A primeros de Junio, acompañamos a Abraham a su casa, en Koumi, al norte de Bongor. Finalizaba así el año de "practicidad misionera" que ha vivido con nosotros. Su presencia ha sido una gracia del Señor. Nos ha enriquecido muchísimo. Y él también se ha enriquecido con nosotros. La acogida que nos reservó su familia, genial, de hermanos.

A continuación fue la despedida de Antonio, a quien le ha correspondido un más que meritado descanso. El martes 4, tomó el avión que lo conduciría hasta su añorado Colón, pueblo del estado de Querétaro en Méjico.

El clima de Abril y Mayo, ha sido muy caluroso. Para algunos, excesivamente caluroso. Juan, con un par de meses de presencia aquí, decía que lo peor es que no sabías dónde meterte para refrescarte, pues todo estaba supercaliente.

Las ansiadas lluvias han llegado con bastante retraso, algo así como un mes. Ha habido que esperar hasta el 25 de Mayo, para ver la primera gran lluvia -53 mm-. Es la que ha permitido sembrar el sorgo y el mijo.

Y con la lluvia, todo se renueva. El paisaje se limpia, todo recupera su color: la tierra, los árboles, el cielo … Y cuantas tonalidades diferentes del color verde!.

Y después de la primera, no deja de llover. Hasta hay zonas donde no pueden sembrar el arroz, pues los terrenos están inundados. Con la lluvia de ayer, tenemos 312 mm de agua.

Después del mijo, se han sembrado los cacahuetes, y ahora se está en el arroz y… en el algodón. Mucho trabajo hecho a la mano.

Como las lluvias se han retrasado, una de las consecuencias ha sido el debilitamiento físico de los bueyes. Les ha faltado la comida. Ha habido muchas muertes de vacas. Y muchos no tenían las fuerzas para poder arar los campos. Una imagen que se ha visto mucho, es la de los bueyes sentados, sin poderse levantar en medio de los campos, agotados físicamente.

Y hoy festividad de S. Juan el Bautista, el precursor. Me gusta aquella frase donde dice: "Es necesario que El crezca y que yo disminuya". Pues la Misión va por aquí: que el Señor Jesús crezca en medio de este pueblo, y nosotros, como el árbitro en el partido de fútbol, cuánto menos se hable de él, mucho mejor.

Hasta la próxima. Un abrazo

Fernando García Rodríguez