sábado, 25 de diciembre de 2010

Feliz Navidad

Es Navidad. Esta mañana he estado celebrando la Eucaristía en un poblado, a 13 Km. de Bafoussan, con una pequeña comunidad cristiana. No eran más de 25 personas. Habían preparado la capilla, limpiado el terreno exterior, decorado la entrada. En el centro de la capilla, un belén indicaba la solemnidad del día.

Imagino el nacimiento de Jesús. Me han venido dos ideas-fuerza fruto del misterio de Dios hecho uno de nosotros.

En primer lugar, la alegría. Cuando esperamos a alguien, nos preparamos para recibirlo bien. Y cuando el invitado llega, la alegría llena nuestras vidas. La venida del Hijo de Dios, cuando ha sido esperada y deseada, despierta en nosotros una alegría profunda: la alegría de saber que Dios está en nuestra “casa”.

En segundo lugar, la Buena Noticia. El nacimiento de Jesús es una Buena Noticia para todos los que llegan a asombrarse al oír el anuncio del “ángel”. El profeta Isaías nos dice: “Benditos son los pies del mensajero que anuncia la buena noticia”.

La Navidad es alegría y anuncio de la Buena Noticia. Ser personas alegres, que ven las cosas con los ojos de Dios. Irradiar alegría, entusiasmo, optimismo, ganas de luchar por un mundo más justo y humano,…

Y, al mismo tiempo, ser personas portadoras de buenas noticias, personas que anuncian el futuro de Dios.

 

Pues, ¡Feliz Navidad!

Un abrazo. Fraternalmente.

Fernando García

 

domingo, 12 de diciembre de 2010

Henri

12 diciembre 2010

Hace unos días, Henri ha venido a visitarme antes de volver al Chad. Desde hace dos años se encuentra en Yaoundé haciendo un master en la Universidad Católica de Africa Central. El tema del master versa sobre la bacteriología. El miércoles pasado ha presentado de manera brillante el trabajo final.

Ha pasado dos días entre nosotros, en Bafoussan. Ha querido compartir el trabajo realizado. Y aunque yo no soy experto en la materia, he podido apreciar la profundidad y seriedad científica del trabajo. Se trata del estudio de ciertas bacterias que crean resistencias a los fármacos.

Han sido dos años duros, difíciles. Lejos de la familia, de su esposa y sus tres hijos. Dificultades a nivel material, económico. Aunque ha sido enviado por el estado chadiano, la beca asignada no era suficiente para cubrir todos lo gastos, y el dinero a menudo era ingresado con retraso en relación a los plazos de la Universidad.

Ha compartido, junto a un compatriota, una habitación alquilada, cuyas dimensiones eran bastantes reducidas. Han debido organizarse para todo. Ha habido días en que la comida no era suficiente…, “pero la providencia de Dios no me ha abandonado en ningún momento”.

La alegría de estar ante una oportunidad única, de adquirir conocimientos nuevos en vista de ayudar al país a avanzar, le ha acompañado Muchos días, la jornada comenzaba a las siete de la mañana y se terminaba a las diez de la noche, sin siesta, me ha dicho. “Ha merecido la pena. Lo que he recibido en todos los campos ha sido mucho, no me lo podía imaginar antes de venir aquí”.

Ahora vuelve al Chad. Tiene diferentes posibilidades delante de sí. El Ministerio de la Sanidad lo enviará a un centro hospitalario donde pueda ejercer la competencia ejercida durante estos dos años.

Se siente atraído por la oferta de ciertos organismos internacionales que trabajan en el continente africano (OMS,…). A nivel material sería mucho más ventajoso.

Aquí comienza el discernimiento. La tentación de lo más ventajoso, económicamente hablando, ahí está. El deseo de servir a su país, de colaborar a hacer progresar el sistema de sanidad chadiano ahí está también. “Yo quiero servir al Señor Jesús en los que más tienen necesidad de mis conocimientos. No quiero equivocarme”.

Esta noche toma el tren para volver al Chad.

Le he enviado un sms, con una cita del salmo 127:

“Si el Señor no construye la casa, los trabajadores se cansan inútilmente,

Si el Señor no vigila la ciudad, los guardias trabajan inútilmente.

Fraternalmente. Un abrazo

Fernando García