Intento imaginar esta escena: el Señor reuniendo a los que ha elegido de un extremo al otro de la tierra. Elegir quiere decir tomar y dejar. Y ahí me surge una pregunta: para hacer esta elección, ¿sobre qué se basará?
Daniel 12, 3 me ha ayudado a encontrar una luz, cuando dice:
"Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que ayudaron a los otros a vivir en la fidelidad brillarán, como las estrellas, por toda la eternidad"
La elección no es caprichosa. Se basa en la actitud que se ha adoptado a lo largo de la vida de ayudar a los otros a ser fieles, a vivir en la fidelidad al Señor. La salvación que el Señor nos ofrece se abre por consiguiente a la preocupación que tenemos para nuestro prójimo. Ayudar a los otros a vivir en la fidelidad constituye una de nuestras principales preocupaciones.
Fraternalmente.
Fernando
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